¿Qué tiene que ver Buenos Aires transfigurada con el Mono Mario y sus secuaces? ¿Que tiene que ver el neocriollo con la vaca blusera? ¿Y qué tendrán que ver el arrabal con el daiquiri?...mucho, obviamente.
Manos a la obra, la letra dice así:
"Angelitos culones desde el cielo caen…"
Listo, allí se dio todo...evitare hacer una pregunta retórica ¿Qué nos quiere decir Adrián Otero con esa frase? (no me contuve) en el capítulo tercero de Adán Buenosayres dice el profeta Samuel Tesler (alabado sea él):
"...la verdadera batalla se decide allá arriba, en el cielo de la ciudad. Es la batalla de los ángeles y los demonios que se disputan el alma de los porteños...
-¡Desprepuciada criatura! -Le observó Franky-. ¿No habíamos quedado en que sólo habitan los ángeles culones?
-¿Qué ángeles culones?- preguntó Samuel desconcertado.
-Los ángeles esos que se dedican a incubar los futuros barrios porteños ¡Y que nalgas que deben tener para eso los angelitos!”
Después de este hallazgo magmámino, o magnánimo, como les cuadre, continuamos con las descaradas referencias intertextuales de Memphis:
"Sus mejillas rosadas chocan contra el cristal..."
No es necesario explicar la imagen escatológica del pobre angelito terminando su tarea urbana.
Después de esta primer estrofa la canción se dedica a presentar a los personajes más entrañables del libro de Marechal:
"La calle mojada, y esta soledad, Rodeado de gente y de su frivolidad."
¡Como no ver a Adán Buenosayres en esa frase! ¡Pasen y vean señores! En las primeras páginas del libro I dice Marechal de su entrañable, ingenuo y terrible personaje:
"...Adán, vuelto de espaldas al nuevo día, desertor de la ciudad violenta, prófugo de la luz, al dormir se olvidaba de sí mismo y olvidándose curaba sus lastimadura..."
Es verdad, la relación hecha ni con plasticola queda...pero la semiótica trasnochada da para esto y mucho más -como veremos a continuación- en el circo del discurso:
"Sueño, si tuviera sueño, dormiría un día entero, y despertaría..."
¡Samuel Tesler te presentas ante mis ojos! [Samuel Tesler, quien en elucubraciones posteriores se sacó la ficha de que era Jacobo Fijman ¡Ojo al piojo! esto no es para dormidos]
Dice el Filósofo preclaro:
"-La vida es un yoísmo al pedo." ¡Ah, no! me equivoqué de cita, la que quise poner es esta:
"-¿Te parece bien que por la insignificancia de tres meses que le debo a la gorda no se me deje dormir en paz?
Memphis:
"...y la cerveza, todavía fría, con mis amigos, compartiría."
Tesler:
"-...así como Anaxágoras era un sobrio entre los ebrios yo soy en ebrio entre los sobrios."
Y luego el tema de Memphis culmina con el resumen de la idea:
Angelitos culones desde el cielo traen,
Grandes bolas de espejos que giran sin parar,
Angelitos ladrones, vienen a robar,
Para llevarse al cielo lo poco que hay.
Tal cual, referencia conciliadora entre los nalgudos angelitos arquitectos de Tesler y los mercenarios ángeles guerreros de Franky Amundsen
Sobre la propuesta de Tesler: "...desde el cielo traen grandes bolas de espejos que giran sin parar…"
Increíble, Menphis la Blusera va mucho más allá de Tesler, no solo propone que los ángeles procrean ciudades con sus pompis ¡si no con su propia...! ejem, genitalia.
Sobre la propuesta de Franky: "...Angelitos ladrones, vienen a robar, para llevarse al cielo, lo poco que hay."
Sobre la guerra de los ángeles también se da una vuelta de tuerca ¡Los ángeles nos viven señoras y señoras! nos usan como carne de cañón para sus beneficios, con esa cara de buenudos semidesnudos siempre esconden algo entre las manos...pero más allá de la batahola celestial… allí, allí está Adán, humano primordial, que no puede ser demonio fatigoso ni ángel aprovechador, porque él señores, él es poeta.
(¡Chin pun!)